Texto: Wilfredo Jordán
De hecho, Andrés Gómez, docente de Redacción II de la Carrera de Comunicación Social de la UMSA, les pide a sus estudiantes que creen su bitácora o blog a fin de que publiquen sus opiniones. El periodista Julio Peñaloza Bretel, también catedrático de esta universidad, comenta la coyuntura desde su web personal, igual que Wálter “Puka” Reyes Villa.
En el exterior, la clase de Redacción de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Trujillo, Perú, ha creado su periódico digital valiéndose de este instrumento, y en Santiago, el Taller Multimedia de la Escuela de Periodismo de Chile, enseña a sus inscritos a manejar un blog para calificar su publicación, posicionamiento, manejo de hipertexto, calidad informativa y relación en la red.
Así, la posibilidad temática y multimedia que proporciona este nuevo medio se multiplica. “En los blogs decimos lo que queremos y logramos una retroalimentación importante que nos permite el contacto directo con el receptor”, comenta Ramiro Serrano, comunicador y ex coordinador nacional del Grupo Fides.
De hecho, este profesional utiliza su bitácora para hablar sobre los medios de comunicación y mostrar, en video, los doblajes que hizo para el programa Esta boca es mía.
Recursos multimedia
El Manual de Estilo de La Voz define al blog como una web hecha de bloques de texto actualizados con frecuencia y arreglados en orden cronológico inverso (de más reciente a más viejo). “Su contenido y propósito —dice el libro— varía ampliamente, yendo desde los diarios personales hasta las noticias periodísticas de comunidad y los grupos de discusión colaborativos”.
Pero la principal ventaja que ofrece esta web es el recurso multimedia, que deriva en la posibilidad de subir texto, audio y video en una sola publicación, entrada o post, es decir los elementos de la prensa escrita, radio y televisión, respectivamente.
Según Isabel Mercado, especialista en medios digitales, hablar de periodismo digital o multimedia significa brindar una información en estos tres soportes. “Ésa es la tendencia que se ve, especialmente, en Argentina, pero en Bolivia esto aún es incipiente, quizá la primera experiencia de este tipo se puede ver en enlared.com”, señala.
El término weblog, como nació en un principio, fue implantado por Jorn Barrer, el 17 de diciembre de 1997, y la forma corta (blog) fue adaptada por Peter Merholz, quien dividió esa palabra en la barra lateral de su página peterme.com, en mayo de 1999.
Blogueando
Para tener una bitácora, lo primero que se debe hacer es crear una cuenta en blogger.com. La red de Internet también ofrece otros portales gratuitos como myspace.com o wordpress.com. Con esto uno ya logra publicar texto y fotografías.
Para ingresar en la “multimedialidad” se deben seguir los mismos pasos. Para audio, se abre una cuenta en esnips.com o poderato.com. Y para subir videos, se acude a youtube.com. Todas son gratuitas, lo único que exigen es un correo electrónico y tener el archivo en un formato único. Por ejemplo, para esnips, el audio debe ser alojado en Mp3.
La única inversión viene por el alquiler de un ordenador conectado a Internet y el propio costo de producción del material. De esta manera, el trabajo puede ser visto en todo el mundo, y los que deseen pueden opinar a fin de lograr una retroalimentación (feed back) entre el público y el dueño del sitio.
No obstante, el peligro que amenaza a la bitácora es la desinformación. En criterio de Serrano, “si bien los blogs son un nuevo medio de comunicación que surgen como alternativa en un momento en el que los medios convencionales no son capaces de garantizar plenamente la libertad de expresión, éstos deben ser utilizados responsablemente para evitar caer en el caos de la desinformación y la manipulación”.
De hecho, un blogger puede esconderse bajo un nombre ajeno y ofrecer contenido libre que incluya insultos, o material prohibido, como los pornográficos, por ejemplo.
Volviendo a la desinformación, Mario Durán, creador de portal noticioso alminuto.com.bo, señala que en la comunidad virtual hay un control que se manifiesta a través de la retroalimentación que practican los internautas y que puede evitar este peligro. “Si alguien escribe una falsedad, en los comentarios estará la corrección”, indica.
Otras desventajas, según Mercado, es que aún no se ha conseguido la forma de lucrar con este medio. “Lo rescatable, hasta ahora, es la publicidad y poder conocer el número de visitantes que entran a ver el sitio”, señala.
Un sondeo de opinión llevado a cabo en la Carrera de Comunicación Social de la UMSA constató que la mayoría de los estudiantes ignoran la utilidad de este medio de comunicación, y los que lo conocen, desaprovechan sus ventajas. De 20 consultados, la mitad sabe de su existencia, pero sólo dos crearon sus web personales, y ambos dejaron de actualizarlos.
“El tema les parece nuevo y ajeno a su practica profesional. Basta sentarse en un café Internet y darse cuenta de los nuevos hábitos de las personas cuando consumen información. Ya no buscan sólo texto, buscan imágenes, audio y video. Hay que preguntarse si los nuevos periodistas están preparados para este cambio. Y la respuesta al momento es negativa”.
En la misma línea, Mark Briggs, autor del libro Periodismo 2.0, señala que éste es el mejor momento para ejercer el periodismo. “Nunca ha habido un mejor tiempo para poseer otras formas alternativas de contar historias. Ahora uno puede tener más herramientas y más interacción con su audiencia y la proximidad de la desaparición de las tradicionales restricciones de tiempo y espacio”.
En 2005, una pregunta sobre “qué habilidades eran necesarias para trabajar en las salas de periodismo digital” hizo ruborizar a periodistas mayores y jóvenes de EEUU, por su desconocimiento de herramientas como html, flash, edición de audio y video, todas aplicables al blog.
Asimismo, la investigación Situación del periodismo digital y los sitios web de periódicos de América Latina, publicado por el Poynter Institute en 2007, asegura que el 74 por ciento de los más importantes periódicos de la región planea integrar sus redacciones de Internet e impresa en el corto, mediano o largo plazo.