El impacto que sufre Bolivia con esta mediterraneidad, además, se refleja en:
-Perdidas de reservas de guano, salitre y azufre, que contribuyeron al desarrollo chileno. A partir de 1880, este país exportó anualmente unas 12.500 toneladas de salitre, cuyo valor alcanzó, más o menos, al 20% del total de ingresos provenientes de sus exportaciones.
-Imposibilidad de desarrollar industrias derivadas de los productos marinos, que tienen incidencia en el comercio internacional.
–Impedimento de impulsar la actividad naviera, por ejemplo astilleros, industria naval, servicios portuarios, practicaje-pilotaje y almacenamiento (silos, depósitos, patios, etc.).
-Pago de altos costos de transporte y servicios portuarios que afectan la competitividad de los productos bolivianos en el comercio internacional.
-Prohibición de almacenar temporalmente minerales para exportación, como es el caso del plomo y el zinc en Antofagasta.
Bolivia perdió el 23 de marzo de 1979 un total de 120.000 kilómetros cuadrados de territorio y 400 kilómetros de costa sobre el Océano Pacífico en una guerra con Chile. La derrota en este conflicto le privó de su cualidad marítima, que ostentó al nacer a su vida independiente desde 1825.