Un futuro digital abierto, libre y seguro para todos es posible si nos ponemos de acuerdo en una agenda común. Eso plantea justamente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a través de un proceso de consultas cuyo acuerdo espera ser discutido en septiembre de 2024.
En el informe Nuestra agenda común, António Guterres, secretario general de la ONU, propone un Pacto Digital Mundial que aborda temas de interés global como la conectividad digital, la fragmentación de Internet, la protección de datos, la aplicación de los derechos humanos en línea, criterios de rendición de cuentas por la discriminación y los contenidos engañosos, regulación de la inteligencia artificial y el patrimonio digital como bien público, entre sus principales preocupaciones.
Conectar Internet a todas las personas
Cerrar la brecha digital en el mundo continúa siendo un desafío, por lo que se insta a centrar esfuerzos destinados a lograr que todas las personas estén conectadas.
En el mundo, solo el 53,6 % de la población mundial utiliza Internet, lo que supone que 3.600 millones de personas están privadas de este acceso.
De acuerdo con la Hoja de ruta para la Cooperación Digital, que apoya este proceso de consulta, tres motivos impiden el cierre de esta brecha:
- Costo de infraestructura. La instalación de conexiones de banda ancha son caras y los países suelen tener dificultades para financiar los cables de fibra óptica que se necesitan.
- Incentivos de mercado. Las empresas no están dispuestas a extender una cobertura de Internet en todo el territorio porque la inversión no es atractiva en los lugares más alejados.
- La falta de conocimientos digitales es una limitante para la adopción y uso de herramientas digitales.
Evitar la fragmentación de Internet
Se refiere a evitar a que la actual infraestructura global de Internet se divida en secciones más pequeñas e independientes que limiten su conectividad y accesibilidad, pues esto generaría la aparición de «islas de información» o fragmentos de la red que no se pueden alcanzar desde otras partes del mundo.
La fragmentación ocurre cuando diferentes países, organizaciones o grupos crean sistemas de redes que no están completamente interconectados, por tanto, se crea una experiencia en línea diferente que puede tener distintas consecuencias en la seguridad, acceso a la información, neutralidad de la red, etc.
Proteger los datos
El informe propone discutir los mecanismos más adecuados para proteger de manera efectiva los datos personales y garantizar el derecho a la intimidad de las personas “acorde con las normas convenidas internacionalmente”, pero también brindar a las personas opciones sobre cómo sus datos son utilizados.
Según la Hoja ruta para la Cooperación Digital, “el actual modelo de financiación de las plataformas de medios sociales favorece de hecho la reunión de datos personales con fines comerciales, de modo que el contenido y la publicidad se puedan ajustar más eficazmente a los patrones de consumo individuales”, por tanto, para esta tendencia: “habrá que estudiar cambios en este modelo”.
Aplicar los derechos humanos en el ámbito digital
Acciones como situar los derechos humanos en el centro de legislaciones y normativas sobre tecnologías digitales, evitar los apagues y bloqueos de internet, políticas claras destinadas a proteger la privacidad y garantizar la libertad de expresión, entre otras, son necesarias para garantizar los derechos humanos también en Internet.
En la actualidad, varias vulneraciones a los derechos humanos son cometidas también en línea, por lo que debe considerarse “la posibilidad de actualizar o aclarar la forma en que aplicamos los marcos y normas de derechos humanos para abordar cuestiones de vanguardia y prevenir daños en los espacios digital y tecnológico, incluso en relación con la libertad de expresión, el discurso de odio y el acoso, la privacidad, el ‘derecho al olvido’ y la ‘neurotecnología’”.
Introducir criterios de rendición de cuentas por la discriminación y los contenidos engañosos
Junto con las ventajas que trae el uso de Internet y redes sociales, también se intensifica la circulación de desinformación, por tanto, el Pacto Digital Mundial insta a que se aceleren los esfuerzos por producir y difundir información fiable y verificada.
Asimismo, “las grandes empresas tecnológicas tienen cada vez más poder geopolítico e influyen en difíciles cuestiones sociales sin asumir una responsabilidad proporcional a los enormes beneficios que obtienen.
Cuando las mujeres no intervienen al mismo nivel que los hombres en el diseño de las tecnologías digitales, se exacerban los prejuicios sexistas y el uso de la perspectiva masculina como norma, además del acoso digital que sufren en particular las mujeres y las niñas y que a menudo las obliga a apartarse del discurso público; y se utilizan tácticas de vigilancia y manipulación digitales para influir en los comportamientos y controlar a la población”.
En este marco, es necesario proteger el espacio digital y reforzar su gobernanza.
Promover la regulación de la Inteligencia Artificial
Frente a los beneficiosos que puede generar el uso de inteligencia artificial en los distintos campos, el Pacto Digital Mundial ve necesario acompañar este avance con un uso digno de confianza, basado en los derechos humanos, seguro y sostenible y que promueva la paz.
En particular, se plantean 3 preocupaciones:
- Los países en desarrollo en gran medida están ausentes o no están bien representados en los foros más destacados sobre inteligencia artificial.
- En las actuales iniciativas relacionadas con la inteligencia artificial falta una coordinación general que facilite el acceso a otros países que no forman parte de los grupos existentes.
- Convendría que el sector público dispusiese de más capacidad y conocimientos para implicarse en la cuestión de la inteligencia artificial.
Patrimonio digital como bien público global
Los bienes públicos globales son aquellos bienes y servicios que se prestan y benefician a toda la sociedad (Ej: el alumbrado público).
En este contexto, el Secretario General de la ONU sugiere realizar esfuerzos para promover los bienes públicos digitales e invertir en ellos, nos referimos a programas informáticos de código abierto, datos abiertos, modelos abiertos de inteligencia artificial, estándares abiertos y contenidos abiertos.
El informe Nuestra agenda común, donde se propone el Pacto Digital Mundial está disponible en el sitio de la Oficina del Enviado del Secretario General para la Tecnología, donde también existen otros recursos relacionados.